Empecé en Bitcoin en 2017 con una idea muy simple: recortar el poder que los gobiernos tienen sobre el dinero de sus ciudadanos. No lo digo en sentido bélico; lo digo en sentido práctico. Ya entendí que enfrentarse al Estado directamente es inútil, porque tiene el monopolio de las armas. La única salida real es construir algo nuevo fuera de su alcance, desde cero, sin pedir permiso.
Cuando el Estado puede imprimir dinero, congelar cuentas o subir impuestos a discreción, deja de ser un gestor neutral y pasa a ser un actor que decide sobre tu riqueza. Y eso también implica decidir sobre tu tiempo, tu esfuerzo y tu libertad.
Con el tiempo entendí otra cosa: además de limitar el poder del Estado, Bitcoin también ofrece una forma real de conservar valor. No fue mi objetivo inicial ganar dinero. Fue una consecuencia lógica de proteger lo que ya tenía. En ese momento descubrí que el precio es algo secundario en Bitcoin.
Si esto te suena fuerte, perfecto. Este artículo no viene a suavizar nada. Viene a explicar por qué, en un sistema donde los gobiernos concentran el control y toman decisiones que debilitan el ahorro, tener una reserva monetaria fuera de su alcance tiene sentido.
Por qué el Estado roba valor (sin que lo veas)
No hablo de robos con pistola. Hablo de algo mucho más sutil y efectivo: imprimir dinero, endeudarse y prometer gastos que pagarán las futuras generaciones. Eso reduce el poder adquisitivo de cualquiera que no tenga activos que se ajusten a la nueva oferta monetaria.
Es como si te sentaras a jugar una partida de Monopoly cuatro horas después de que haya empezado. Cuando llegas, todas las casas y hoteles ya están comprados. Solo te queda dar vueltas al tablero y pagar cada vez que caes en una casilla. En el sistema actual, los que llegan tarde al juego económico son los jóvenes que ven cómo los boomers compraron las viviendas hace décadas y hoy esas mismas casas valen una fortuna. La inflación ha disparado los precios, los salarios no acompañan y ellos no pueden acceder a comprar una vivienda porque el tablero ya está lleno.
Tienen dos opciones: quejarse por redes sociales o hacer algo. Ese “algo” puede ser comprar bitcoin. Porque, desde mi punto de vista, comprar bitcoin hoy es como comprar una vivienda en el centro de Madrid en los años 60.
Y si eres el padre o la madre de uno de estos jóvenes y quieres ayudarlo el día de mañana, haz lo mismo: compra bitcoin para proteger su futuro. De lo contrario, lo tendrá difícil.
Antes de los datos, una explicación breve: el dinero fiat (euro, dólar) no está respaldado por nada físico. Su valor depende de la confianza en la institución que lo emite. Y esa confianza se debilita cuando el emisor decide crear más dinero de forma masiva.
Desde 2020, la Reserva Federal (FED) incrementó la masa monetaria M2 en más de un 35 %. En paralelo, el balance del Banco Central Europeo pasó de 4,7 billones de euros en 2019 a más de 8,4 billones en 2023. Eurostat informa que los precios en la zona euro han subido más del 20 % desde 2019. Esos no son rumores: son cifras oficiales.
Eso significa que, año tras año, el Estado aplica un impuesto invisible a tus ahorros: la inflación. El mecanismo es simple: más dinero en circulación para comprar lo mismo = precios más altos = menor poder adquisitivo.
Quien entienda esto sabrá por qué proteger tu dinero con bitcoin es una decisión lógica.

¿Por qué los políticos no quieren que ahorres?
El verdadero problema está en los incentivos políticos. No es casualidad que los gobiernos prefieran que gastes antes que ahorres. Un ciudadano que ahorra es un ciudadano independiente; uno que depende del crédito o de las ayudas es fácil de controlar. Por eso el sistema está diseñado para empujarte a consumir, endeudarte y confiar en que “papá Estado” lo arreglará todo.
No estoy diciendo que todos los políticos sean corruptos ni que lo hagan con mala fe. Para qué engañarnos: sí, lo digo. Ninguno se salva. Si alguno fuera realmente bueno, no sería político. Da igual el bando o la ideología; todos viven del mismo sistema. Buscan poder, privilegios y dinero de quienes trabajan.
El sistema incentiva gastar, endeudarse y posponer costes. Gobernar para el corto plazo da votos; gobernar pensando a largo plazo no. Y mientras tanto, dividen a la población: izquierda contra derecha, empleados contra empresarios, jóvenes contra pensionistas. El viejo “divide y vencerás” que tan bien les funciona.
El resultado es el mismo: el ahorrador paga la cuenta. Seas de izquierda, derecha, empresario o trabajador, la inflación te afecta igual. Y los que más sufren son los que apenas llegan a fin de mes.
Si entiendes esto, entiendes por qué bitcoin tiene sentido: pone límites técnicos al poder de emitir moneda. Le quita poder al Estado.
Bitcoin: poner muros donde ahora hay puertas abiertas
Bitcoin no es una fantasía. Es código y matemáticas. No hay una institución que pueda imprimir más. Solo existirán 21 millones de unidades. Cada cuatro años la creación de nuevos bitcoin se reduce a la mitad (halving). Esa escasez programada choca con la lógica del dinero fiat.
Mientras los gobiernos aumentan la oferta monetaria, Bitcoin se vuelve más escaso. Esa diferencia es fundamental: uno depende de decisiones políticas; el otro, de reglas inmutables.
Cada día se crean unos 450 BTC. En el próximo halving esa cifra caerá a 225 BTC. Esa reducción constante es la razón por la que muchos lo ven como una reserva de valor programada.
No se trata de hacerte rico; se trata de dejar de empobrecerte
Bitcoin no es una fórmula mágica para multiplicar fortunas. Es una herramienta para conservar valor cuando el sistema monetario se degrada.
Proteger tu dinero con bitcoin significa pensar a medio y largo plazo: entender riesgos, aprender a custodiar y evitar errores que vuelvan tus ahorros vulnerables (exchanges sin control, custodias dudosas, contraseñas perdidas).
Yo no empecé por la promesa de riqueza. Empecé por la idea de reducir la capacidad del Estado de decidir sobre mi patrimonio. Y descubrí que, si lo haces bien, puedes mantener poder adquisitivo donde el dinero tradicional falla.
El día de mañana, si tengo un dinero que no pierde valor, como bitcoin, y otros siguen ahorrando en euros, la diferencia será evidente. Cuando quiera comprar una vivienda o cualquier activo, quienes tengan solo euros estarán en desventaja. Mi dinero habrá conservado su poder de compra, mientras que el suyo habrá perdido valor poco a poco, guardado en el banco con la falsa sensación de seguridad.
Mucha gente piensa que tener dinero en el banco es lo más seguro. En realidad, es el peor lugar donde dejarlo: cada día pierde poder adquisitivo. Inviértelo, aunque no sea en bitcoin. En acciones, oro, vivienda o fondos, pero no lo dejes quieto.
Antes de pasar a los pasos concretos, vale la pena detenerse un momento. Después de entender todo esto, la conclusión es clara: proteger tu riqueza no es una moda ni una postura extraña; es una forma sensata de cuidar lo que has ganado con esfuerzo. Muchas personas quieren hacerlo, pero no saben por dónde empezar. La clave está en entender primero por qué el sistema actual te hace perder valor y cómo actuar fuera de él con cabeza. Antes de proteger tudinero con bitcoin:
- Entiende el problema: revisa los datos del BCE y la FED. No es conspiración; son decisiones de política monetaria.
- Aprende lo básico de Bitcoin: no compres sin saber qué estás haciendo.
- Custodia propia: guarda tus bitcoin tú mismo o con soluciones que comprendas.
- Diversifica con criterio: Bitcoin puede ser una parte de tu estrategia, no la única.
Proteger tu dinero con bitcoin no es algo raro ni extremo; es simplemente una forma de cuidar lo que has ganado con esfuerzo.

Reducir el tamaño del Estado
Si crees que los gobiernos pueden seguir creando dinero de la nada y que lo hacen bien, Bitcoin no es para ti. Lo tienes todo controlado y confías en ellos.
Si, como yo, piensas que la capacidad de emitir moneda centralizada es uno de los grandes problemas del siglo, entender Bitcoin debería ser una prioridad.
No se trata de destruir instituciones; se trata de limitar su poder para que no erosionen lo que te pertenece. Es como si tu riqueza fuera un cubito de hielo en medio del desierto: poco a poco se derrite. La inflación no solo reduce tu poder de compra, también consume tu bien más valioso: el tiempo.
Cuanto más poder adquisitivo pierdes, más horas tienes que trabajar para conseguir lo mismo. El Estado te roba tiempo cada vez que imprime dinero.
Bitcoin ofrece una alternativa: una parte de tu patrimonio puede estar fuera del alcance de las decisiones políticas. Puede gustarte más o menos, pero al menos aprende qué es. Así podrás decidir por ti mismo. Bitcoin es libertad. No hay que pedir permiso a nadie para usarlo.
Si quieres aprender a proteger tu dinero con bitcoin junto a otras personas que comparten tu misma visión, en la comunidad de Bitcoin de Bitconia encontrarás una comunidad donde se enseña paso a paso y siempre acompañado.
Tu yo del futuro te lo agradecerá.
Preguntas frecuentes
Porque puede crear dinero sin límite. Cada vez que imprime más euros o dólares, los precios suben y el dinero que tienes ahorrado vale menos. No lo hacen con una pistola, sino con políticas que te quitan poder adquisitivo poco a poco.
Bitcoin no depende de políticos ni bancos centrales. Su cantidad está limitada a 21 millones y nadie puede cambiar esa regla. Por eso muchos lo usan como una forma de proteger su riqueza de la inflación y las decisiones del gobierno.
A diferencia del euro o el dólar, Bitcoin no pierde valor porque no se puede inflar. Su emisión se reduce cada cuatro años, lo que lo hace cada vez más escaso. Mientras el dinero estatal se devalúa, Bitcoin conserva su fuerza con el tiempo.
No. Lo importante es empezar con método y sentido común. Aprende lo básico, usa una billetera propia (como Green Wallet o Jade) y evita dejar tus fondos en manos de terceros. La clave está en formarte antes de lanzarte.
Depende de cómo lo mires. Más arriesgado es dejar tu dinero donde sabes que pierde valor cada año. Tener una parte en Bitcoin no es rebeldía: es una forma de equilibrio y protección ante un sistema que se desgasta.




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