La aparición de Bitcoin supuso un cambio de paradigma a la hora de intercambiar valor. Esto significa que ya no necesitamos intermediarios externos para enviar dinero (ningún banco, ni autoridad central).
No obstante, Bitcoin tiene sus límites. Bitcoin fue diseñado para ser dinero digital, nada más. Por ello el equipo de Diego y Sergio desarrollaron RSK, para juntar lo mejor de los dos mundos: programabilidad y máxima seguridad.
Programabilidad: la posibilidad de crear contratos inteligentes, permitiendo finanzas descentralizadas en cualquier ámbito (nft, metaversos, identidad soberana, gaming, etc).
Máxima seguridad: la seguridad de la blockchain depende de los mineros, y RSK depende de los mineros de Bitcoin. Estos mineros, a la vez que minan Bitcoin, están generando bloques para RSK. De esta forma no gastan más energía, sino que usan la misma para ambas tareas.
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