Este artículo es un email que envíe a la lista de suscriptores de mi newsletter, pero me parecía muy interesante que todo el mundo pueda conocer esta historia.

Esta semana tenía preparado un email hablando de El Salvador, pero me toca cambiarlo por algo que me pasó el lunes a primera hora de la mañana, para empezar bien la semana. El siguiente miércoles será el de El Salvador. Tengo que cambiarlo porque lo que me paso el lunes me dejo tocado y me parece muy interesante que conozcas esta historia. 100 % real. 

Empecé la semana como cualquier otra, con ganas de acudir a todas las reuniones que tenía programadas, masterclass y participaciones en eventos. Todo sobre Bitcoin, como no. 

Mientras estaba desayunando me llego un WhatsApp de un cliente muy especial para mí, Antonio. Cada vez que voy a Madrid me veo con él y solo con escucharle aprendo una barbaridad. 

Es un directivo TOP de España, que ahora mismo trabaja en varias empresas en el consejo de dirección. Un jodido crack!! 

Yo le enseñé todo sobre Bitcoin, pero él me enseña sobre la vida. Le tengo mucho aprecio y cuando me llama o quiere algo tiene total prioridad. Le debo muchos favores. 

En el WhatsApp me pregunto que si estaba disponible para hacerme una consulta. 

Al momento le dije sí, que lo que necesitara. 

Me dijo que sí me podía llamar. Como no podía ser de otra manera, deje de desayunar y le llamé. 

En ningún momento me imaginé el motivo de la llamada. 

Me comento que había una persona en su coworking que había venido buscando la sede fiscal de Binance. Que llevaba varios días buscándola y que había aparecido por allí. 

Pintaba raro, nadie en el mundo debe de saber cuál es la sede fiscal de Binance y mucho menos va a ser en un coworking de Madrid donde trabaja Antonio. 

Me comento que esta persona era un señor mayor, de 78 años, que estaba muy nervioso porque había invertido mucho dinero en inversiones de criptomonedas y no conseguía que se lo devolvieran. 

Por eso estaba en el coworking, para pedirles el dinero. Estaba con varios papeles, justificantes bancarios y demás. 

Me pregunto si podía hablar con este señor, que le veía que estaba muy mal, de capa caída. Que sí le podría ayudar. 

Por supuesto, que se ponga y me cuente a ver cual es el problema. 

Según me dijo las 2 primeras palabras, noté que estaba jodido, muy jodido. Como un alma en pena. Que sabes que está destruido, no sabes el motivo, pero lo está. Solo 2 palabras fueron necesarias.  

Me explicó que había empezado a dar sus primeros pasos con las criptomonedas y que había invertido 54.000 € (los ahorros de su vida). 

Todo empezó hace un año con un video que vio en YouTube donde le decían que podía ganar mucho dinero con las criptomonedas. 

Empezó metiendo 1000 €, luego 10.000 €, luego 15.000 € … Como veía que en la plataforma no paraba de subirle el dinero que tenía acabo metiendo 40.000 €. Casi todos sus ahorros.

La jugada fue la siguiente. 

Atención. Necesitas saber cómo funciona esto para que no te pase a ti ni a ningún familiar/amigo. 

En esos videos de YouTube que vio (seguramente anuncios) le decían que visitara una página para que le explicaran cómo se hacía para ganar dinero con criptomonedas. 

En esa página, según pones tus datos, te llama una persona muy agradable que te explica todo el proceso que tienes que hacer. Te lleva de la mano para que no tengas ningún problema y no te pierdas en el proceso.

Lo primero que le dijo es que tenía que entrar en Binance, la página donde se compran los bitcoin. Tiene que registrarse y dar todos sus datos para confirmar que es una persona normal y no un estafador, le dijo la chica al teléfono.  

Este paso refuerza la confianza, ya que estás pasando un proceso real como es el KYC de Binance. Una vez Binance se lo aprueban, tiene que avisar a la chica para que le diga los siguientes pasos. 

Mientras espera el registro en Binance la chica le dice que se registre en una página que es la que le va a dar los beneficios. En esa página solo necesita poner el email y contraseña, nada más. Cuando se registra se genera un perfil con una dirección de bitcoin y un panel donde se ve el dinero que tienes. 

Una vez pasa el KYC de Binance, la chica le dice que compre 1000 € en bitcoin, que es el mínimo para poder empezar a ganar dinero. Los compra. Al momento le dice que tiene que enviarlos a la otra plataforma donde se registró. 

Le explica el proceso de retirar de Binance para enviar a la dirección de la otra plataforma y transfiere los 1000 €. 

Al cabo de pocos días la chica le llama y le dice que entre en su perfil, que ya tiene 1800 €. Había ganado 800 €. Que sí quiere meter más dinero y aprovechar que está funcionando muy bien el sistema. 

Mete 10.000 €, porque claro, si con 1000 € ganaste 800 €, con 10.000 € vas a ganar 8000 €. Palabras mayores. 

Compra 10.000 € en bitcoin en Binance y los transfiere a la dirección de la otra plataforma. Ya tiene 11.800 € 

A los pocos días, vuelve a llamar la chica con muchísima efusividad diciéndole que mire cuanto tiene, que se va a poner muy contento. La pantalla le muestra 21.000 €.

Le incita a meter más dinero. Mete otros 15.000 €. 

Mismo proceso de comprar bitcoin en Binance y transferirlos a la otra plataforma. 

Ahora tiene 36000 €. 

Se repite el proceso y mete otros 14.000. En total lleva “invertidos” 40.000 €. A los pocos meses tiene 90.000 €. Se pone a retirar una parte, 30.000 € que va siendo hora.

Empiezan los problemas.  

Según lo hace, salta un aviso de que tiene que pagar los impuestos por todo lo que gano. Esos impuestos los paga la plataforma a Hacienda. Son 8000 €. 

Paga los 8000 €. 

Al ponerse a retirar otra vez los 30.000 € le salta otro aviso, esta vez necesitan 6.000 € para pagar las costas del abogado para que cancele todos los impuestos. Los paga. 

Ya empieza a ponerse nervioso porque se ha quedado con 0 €, ha pagado la gran mayoría de los ahorros de su vida y no consigue sacar los 30.000 € que quiere. 

En total lleva “invertidos” 54.000 €, pero tiene 90.000 €, no pasa nada. Tranquilidad.

Prueba otra vez a sacar los 30.000 € y otro aviso. Que tiene que poner 7000 € para otra cosa. Llegados a este punto, le empiezan a saltar las alarmas y se pone muy nervioso. 

Llama a la chica, pero le dice que es un proceso normal por el blanqueo de capitales y terrorismo, que no pueden hacer nada. Insiste en que quiere su dinero. Que le da igual todo, que le den su dinero o los denuncia. Pero nada, la chica impasible. 

Viendo que está en problemas, le pregunta a la chica donde están sus oficinas para ir en persona. Le da una dirección de Madrid. 

Se sube en su coche con los justificantes de compra de Binance, los pagos, …  Y se va a Madrid, a esa dirección que le facilito la chica que es la sede fiscal de Binance. 

Cuando llega pregunta al portero por la empresa Binance, le dice que sí, que reciben correspondencia de esa empresa, pero que nunca vino nadie a buscar ninguna carta ni sabe quienes son. 

Justo cuando habla esto pasa Antonio(mi amigo) por allí y escucha lo de Binance. Como sabe de bitcoin le pregunta que si le quiere decir a él a ver si le puede ayudar. Sabe usar Binance, hacer transferencias y demás. 

Le empieza a contar la historia y Antonio, solo con como estaba hablando el señor, le dio bajón. Estaba casi seguro de que le habían estafado, pero no sabía ni como decírselo. 

Era una persona de 78 años que había perdido todos los ahorros de su vida y que llevaba 6 días durmiendo en el coche mientras buscaba la dirección fiscal de esta plataforma para pedir el dinero en persona. 

Como Antonio no sabía muy bien dónde meterse ni estaba seguro al 100 % de que fuera una estafa (aunque su cabeza le decía que sí), es cuando me envió el WhatsApp. 

Aquí empieza mi historia. Donde el señor me explica qué le ha pasado y al acabar no me queda otra que decirle:

Te han estafado, no vas a volver a ver ese dinero. Son bandas organizadas que se dedican a estafar a la gente. 

El señor ya debía de saberlo, pero buscaba confirmación. Mis palabras fueron respondidas con un:

Me lo suponía después de hablar con el portero.

Estaba destruido. Literalmente. Lo noté solo con hablar por teléfono. No me quiero imaginar haber estado en persona. Antonio me dijo luego que le había quedado mal cuerpo para el resto de la semana. 

Yo ni acabe de desayunar, no pude. 

Antonio dejó de trabajar y se fue del coworking a tomarse una cerveza. 

El señor marchó con su coche destruido anímicamente. 

Escribo esto el martes por la mañana y aún sigo jodido. No es la primera ni la última vez que me toca pasar por esto. Todos los meses digo a alguien que le han estafado. Pero esta vez fue muy duro. 

En este email lo que te vendo es muy fácil y directo. Si este señor hubiera conocido Cripto It, se habría ahorrado 53700 €. 

PD: perdón si la historia tiene alguna laguna, es muy extensa o tiene algún fallo de ortografía, la escribí del tirón sin apenas revisarla. Prefiero pasar página y a otra cosa.